Hiroshima, siete décadas después

 

El director francés Jean-Gabriel Périot, documentalista especializado en montar piezas con imágenes de archivo, que presentó su primer largometraje el año pasado en Zabaltegi, Une jeunesse allemande, vuelve a mostrar su interés por indagar en temas histórico-políticos contemporáneos. Esta vez rinde homenaje a las víctimas del bombardeo de Hiroshima.

Sin embargo, cambia de registro y crea una historia que mezcla la realidad con la ficción, dejando atrás el formato documental y sin recurrir a ningún tipo de documentos de archivo. Las imágenes del pasado son sugeridas, descritas por los personajes, o bien imaginadas por el receptor.

Durante los 20 primeros minutos asistimos a la entrevista de Akihiro, un cineasta japonés afincado en Francia que trabaja para la televisión francesa y es enviado a Hiroshima para realizar un documental conmemorativo con motivo del 70 aniversario de la bomba atómica.

Una muy delicada entrevista en la que la señora Takeda, víctima de la tragedia de Hiroshima, cuenta su experiencia personal de aquel día en que su vida, con apenas 14 años, y la de todos los habitantes de una tranquila ciudad, cambió en cuestión de minutos. Takeda describe con emoción y nostalgia cómo era la vida antes del bombardeo. Poco a poco va recordando cómo fue ese horroroso día de verano “especialmente caluroso”, y cómo en los sucesivos días muchos de los habitantes que tuvieron la suerte de sobrevivir al bombardeo empezaron a sufrir diferentes enfermedades, llegando a morir miles de ellos. Takeda respira hondo y comienza a hablar de su hermana Michiko, enfermera de 20 años que murió meses después, afectada por los efectos del bombardeo.

Akihiro, cansado y muy afectado por el duro testimonio de la señora Takeda, decide salir a dar una vuelta por la ciudad. Pronto se le aparecerá un chica joven, muy extrovertida y misteriosa, vestida con un elegante kimono que contrasta con la vestimenta de hoy, que le propondrá acompañarla en un improvisado y alegre recorrido desde la ciudad hacia el mar.

Un drama cargado de simbolismos, narrado con mucha sensibilidad, y muy bien interpretado. Destaca la actriz Akane Tatsukawa en el papel de la enigmática joven, siempre simpática, atractiva y muy sensible ante todo aquello que rodea al bombardeo.

 

Ane Muñoz
San Sebastian festival diario
20 de septiembre 2016